Tuesday, May 22, 2007

Paréntesis

Mi primer pololo me llama cada cierto tiempo. Es un acontecimiento un poco extraño porque terminamos hace muuuucho, no tenemos contacto frecuente y además vive en Francia hace un par de años. Pero lo hace como si nada de eso importara, y en cierto modo me hace pensar que no es tan difícil comunicarse.

En fin, la cosa es que él llama, y la conversación es extremadamente cercana para tanta distancia vivida. No sé si será porque, al ser la llamada semestral de un EX, implique una sobredosis de comunicación y así es que pasamos desde los temas mayores; política, familia, sobrevivencia, hasta comentar las últimas canciones radiales que nos gustan. O sea, algo muy raro. Y que pase tan de vez en cuando, permite verse como al espejo, con esos cambios que a simple vista no son evidentes. Por ejemplo, él siempre admiró mi forma de escribir, cosa que ahora escasamente hago, y que él obviamente idealizaba.

Lo que sí está claro es que con su aparición inesperada me dan ganas de contar las cosas que han pasado este tiempo, con todos esos detalles que me han sacado de la irritante ociosidad, y es que con la pega que momentáneamente me hace obviar la proximidad de la cesantía, el nuevo hermano y los nuevos amigos, dan más ganas de ponerse las pilas que de ponerse a contar. Al menos hasta que un ex en Europa se reivindique ,y sin siquiera saber de la existencia de este espacio, haya provocado una reacción en este largo paréntesis.