Friday, July 28, 2006

Y se va...

Hace una semana soñé que estaba en París y un tsunami había dejado la ciudad prácticamente inundada. Sé que París no da el mar, pero el sueño tiene algo de sentido Lost debido a que Vidal en un mes más nos deja para trasladarse a la capital francesa.

El Seba se va, y espero que conozca a alguna Julie Delpy para pasear por sus calles, tocando la guitarra y ganar sus euros, que los va a necesitar harto (ya que el hombre es pobre y eligió un destino en el ranking de las ciudades más caras del mundo). Han sido semanas de trámites, cual más ridículo y engorroso para el coladero que las embajadas más solicitadas imponen a estos sudacas arribistas como Sebastián. Pero Francia no sabe aún que nuestro agregado cultural no es un huachaca cualquiera, sino uno de conservatorio, que va a estudiar y no sólo pechar de las bondades de Europa.

Lo echaremos de menos, sobre todo yo que comparto piso con él, y que la “convivence experience” será sólo un recuerdo en el corto plazo. Pero quién sabe si me tiento para el próximo año…

En este escaso tiempo con mi amigo, empieza la cuenta regresiva y hay objetivos que cumplir:
1. Poner el poster de los Simpsons sentados en el sillón rojo, ya que nos representa en una sana convivencia frente a la tele, especialmente ahora que gozamos de un restrictivo cable light.
2. Hacer un fotolog sin fotos nuestras, pero con las instalaciones de arte cotidiano, un proyecto que venimos ideando hace años como una respuesta a los exhibicionistas depresivos que rondan por la red.
3. Clases de guitarra y charango intensivo, para yo poder recordar al maestro.
4. Paseos de fin de semana a parques y plazas, para que no se olvide de Santiago.
5. Llamar a casting del ocupante de su pieza. Quizá diseñar un afiche de Se Arrienda, pero con la foto de Vidal
6. La última cena, la cual propongo que sea una tallarinata de fideos Parma y salsa económica, para que se acostumbre a su dura dieta gourmet tan elegante que llevará en París.

Y Ud. ¿qué le regalaría a Vidal? ¿cómo debiera pasar sus últimos días en Chile? ¿quién debiera ocupar su pieza? ¿qué le echaría en su equipaje del destierro? ¿o qué va a echar de menos de este personaje?

Thursday, July 20, 2006

Los famosos también bailan

Una vez la hermana de la Pame estaba en La Batuta y vio que un tipo solitario y muy guapo se movía cerca de ella. Todos lo miraban por su extremo parecido a Gael García pero sólo ella fue y le preguntó si realmente era el actor mexicano. Roto ese hielo mucha gente se le acercó y Gael terminó haciéndole honor a la fama del local saliendo de ahí con alguna groupie ondera.

La Batuta tiene eso, y quizá de hecho sea su gracia. Bueno, también están los grupos y la música, pero reconozcámoslo, su estatus de elite alternativa se la aporta el hecho de que uno se puede encontrar con gente top. Los famosillos tienen pase liberado, y los que somos del pueblo por lo general tenemos que pagar, estar en la lista o si eres mujer a veces te encuentras con el beneficio de gratuidad hasta la medianoche. Por suerte anoche entramos gratis como los famosos, con el derecho a mirar y quedarse en el pasillo ya que si te quedas bailando, al poco tiempo el aire se hace irrespirable y el deporte de pegarse codazos empieza a dejar moretones.

Así que fue en el pasillo donde lo ví. Pensaba en su gran parecido al protagonista de esa película que nos repetíamos por, al menos, tercera vez hace unas semanas. Sin creer en mi don de encontrar parecidos no le comenté a nadie más, hasta comprobar que era el mismísimo.

Si digo Guillermo Toledo es probable que nadie piense en “alguien”, pero si digo que es el actor de Crimen Ferpecto, el tipo es un maestro. Al menos para mí. Así que decididamente pensé en preguntarle que hacía aquí en Chile y se me dejaba hacerle una entrevista. También pregunté a todos mis conocidos si tenían un celular con cámara para la talla de una foto en msn. La cosa es que me empecé a entusiasmar pensando en mi hito periodístico espontáneo, de esos que uno hace sólo porque sería divertido, o como me decía el Alexis, materia de blog.

Lo que siguió fue el síndrome de los nervios, de esos como cuando te gusta mucho alguien y no puedes hacer nada más que pensar en acercarte y nunca atreverse a hacerlo. Incluso me preguntaba si me veía bien o, para mal, como la protagonista de Crimen Ferpecto. Esperé que el tipo saliera de la pista de baile y me senté a su lado en el bar. Lo toqué varias veces pero él estaba en una situación romántica que me disgustaba interrumpir. Cada vez más nerviosa y expectante de una afirmativa (llegué a sentirme algo esecupé) lo golpeé más fuerte en el hombro y le pregunté, claro, si efectivamente era él, que qué hacía en Chile y si tendría tiempo para alguna entrevista para un medio bla bla bla. Aunque me dijo que no, fue muy simpático y me despedí de beso, roja pero orgullosa, ridícula pero feliz. Finalmente hice alarde de mi ignorancia periodística de no saber que él estaba aquí evidentemente debido a que en Chile tenemos a Nicolás López, y que al decir “Adivina con qué actor internacional me encontré en La Batuta” me respondieran “Adrien Brody” (El pianista).

Sin duda una experiencia límite, muy imperfecta, y si bien hay una lista de por lo menos 20 famosos que me gustaría ver antes que a este español, fue bacán para una cinerdfila como yo y que muy a lo Flanders exclama hoy: Ferpectirijillo.

Friday, July 14, 2006

Gudfelas

Iba en el metro y creí ver a la hermana de mi amiga Astrid. Hace tiempo que no las veo, por lo que la emoción hizo que el encuentro fuera sólo un supuesto, una desilusión de lo que quería ver. Tengo buena memoria para los rostros y puedo reconocer los cambios que han experimentado en los años, pero esta vez fue una de cuantas en que me equivoco, y sólo sentí que era un momento gracioso en que uno hace el loco. Así que quedé con mi mano alzada saludando a un ente que me miró con cara de extrañeza, y recordé las veces que dije un nombre creyendo encontrarme con un viejo amigo que no era.

Hace tiempo que no veo a Astrid, y aunque parece cada vez más improbable un reencuentro, imagino distintas situaciones cotidianas con ella. Me pasa con muchas personas con las que se pierde el contacto, por lo que mi ánimo es siempre de búsqueda. Cuando sales de la universidad, y tus pocos amigos empiezan a vivir pololeos conyugales, se hace muy difícil compartir con ellos, y de hecho me frustra más de la cuenta el momento de las excusas. Por lo que para mí la amistad ha terminado siendo una relación que se basa en que la excusa sea escasa, o bien debido a un fenómeno de soltería. Y este fin de semana no hubo excusas. Unas llamadas de última hora a personas diversas, y llegaron casi todos los invitados. Se podría llamar todo un éxito de gestión, quizá por el hecho de que no tuve ninguna expectativa. Nadie me preguntó quién más iba, si acaso había que pagar algo, si íbamos a hacer algo después o si cuento con estacionamiento para visita. A nadie le preocupó si iban a llegar parejas o solteros, gente del colegio o la universidad, desconocidos o ex’s, etc. Así que el desprejuicio resultó bastante entretenido, bien comido y bien conversado, con amigos viejos y nuevos, con aparecidos y por fin con el carácter que deseaba para mi nueva guarida, donde siempre se juntan los buenos muchachos.
Los dejo con una entrevista que sabe a ayahuasca, aunque la revista Paula me quitó la exclusiva. Leanla antes de que se agote.
Sinedín sidán , se acabó el mundial...

Tuesday, July 04, 2006

Este indiscreto ego inocente

Le he dicho a mi hermano que haga desaparecer el solitario del computador. Siempre que tengo que hacer algo, en vez de hacerlo me pongo a jugar a las cartas irresponsablemente. Debe ser una nueva conducta compulsiva adquirida bajo el regimen de la cesantía. Y no hay más culpables que yo y mis costumbres adictivas. Entre ellas: ver mucha tele, ordenar y desordenar constantemente y una larga serie de actividades dispersas para evitar hacer lo que corresponde, que es ser útil a la sociedad???

Pero todo eso tiene su gracia. Del ocio nace la creatividad, y aunque de momento lo único concreto ha sido hacerse un humilde blog, hay cosas más grandes en mente, como el largometraje que empezamos a escribir con la Gaby y los cortos que son tareas para el curso de guion. Si ahora estuviera ocupada siendo la asistente de producción de algún canal improductivo (creo que lo digo por Artv) o la relacionadora pública de una sucia empresa, simplemente ya me habría tirado al círculo vicioso del trabajo remunerado, y no tendría todo este preciado tiempo para no hacer nada. Y de verdad lo valoro, aunque a veces me haga sentir inútil.

Y no estoy desesperada, sino más bien relajada. El sábado nos fuimos a Zapallar con el grupo departamento y volví el martes. Todo por la libertad de la cesantía. Hicimos paseos por playas y pueblos, vimos películas y conocimos a nuestro compañero Jaime en la acción de un lunes cualquiera. Hasta nos presentó al alcalde de La Ligua y nos llevó a tomar un grato café.

Total que este tiempo me sirve para ponerme en campaña y empezar a contar historias, como todas las historias mínimas que a veces insinúo aquí. Dicen que para escribir hay que ser obsesionado, así que el proceso debe empezar por reconocer estas obsesiones. Recuerdo a los profes que tuve de escritura, ya sea de dramaturgia o cine, y siempre había alguno que se pegaba con un concepto y rayaba con alguna obra en particular. Gregory Cohen supo explicar todas sus teorías con Psicosis. Marco Antonio de la Parra con Barton Fink. Benito Escóbar creo que con el jazz, y ahora Galemiri con el ego. Entre todos ellos se reconoce un patrón, como que hablaran de lo mismo a su manera, incluso desacreditando a la forma de explicar de los otros. Por ejemplo Escóbar nos dijo que olvidáramos todo lo que nos dijo Parra sobre el equilibrio precario, que era el concepto clave y casi de lo único que nos habló. Ahora quiero asimilar todos esos discursos para convertirme en la obsesión de alguna clase. Sólo me falta empezar, y de verdad estoy delirando en este equilibrio de precariedades. Quizá es por eso que siempre termino jugando solitario, y mientras lo hago hoy recuerdo
esta entrevista de hace dos años que personalmente le hice al maestro actual que espero que me saque de la sequía creativa.