Paréntesis (parte II)

Si estaba desactualizada, aquí les va un post 5 en 1.

GRAN HERMANO

El Jose está obsesionado con los chinos, así como también está obsesionado con los Beatles, Tarantino y el Canal Copano. Sin duda es un chico especial, y ya da indicios de que será un padre excelente. Lejos es el más cariñoso con nuestro hermano Matías, que ya cumplió 3 meses. Bueno, la cosa es que el Jose le hace tanto show que ya estamos pensando en grabarlo. Ha sacado su lado Felo componiendo canciones anti-infantiles sobre las enfermedades (“Cancer al pulmón” y “Cálculo renal” ya son hits coreados por todos). Pero cuando le empieza a hablar en japonés y Matías mira con cara de desconcierto, sin saber que este aspirante a cineasta es fanático de las películas orientales y de la comida china, y que ha llegado a inventar las historias más insólitas sobre los personajes que atienden tras el mesón que proporciona los wantán de cada día. ¿Cómo influirá todo esto en el ser que estamos criando cada domingo?

HAGAMOS UNA FIESTA ELÉCTRONICA ÉTNICA FOLKLÓRICA… HAGÁMOSLA ALTIRO
Cuando Pedrotti me propone ir a ver Subhira, inmediatamente acepto. Desde el Earth Dance que pienso en la onda que genera este grupo, que es entre lo taquilla y alternativo, y me provoca mucha risa porque sé que habrá de todo. Por ejemplo, un señor de pelo blanco y moño, que ví una vez en una conferencia por la paz… EN EL HYATT. Esa vez lo presentaron como un astrólogo de lo más místico, que escribió un libro cuyo nombre me tuvo al borde de la carcajada y que no pensé que volvería a ver, y menos moviéndose al ritmo de un reggae. También me percaté que a mi lado estaba Marcel Claude, vestido muy a lo “soy economista”, pero claro, de los sustentables. Estaba casi tan serio como en El Termómetro, no sé si disfrutando u odiando al grupo tan ecológico que había en el escenario. Porque a veces me invadía un sentimiento de violencia entre tanto pelolais, malabarista, artista y hippie andino, ávidos por bailar pachamámicamente. Tan variado era el público que hasta divisé algo de normalidad: unos compañeritos del taller de guión, quienes hace un rato son como mis nuevos amigos. Este grupo se caracteriza por su diversidad etárea, sexual y estética. En tan sólo un par de semanas se estableció el asado quincenal, tengo un aspirante a ser compañero de piso y muchas reuniones sociales, de trabajo, cine o para tomarse su cerveza con papas fritas frente al Pasapoga.

EN MI CIUDAD

La presentación del libro sobre el Canto Nuevo trajo no sólo a Paulsen como comentarista. Sergio “Pirincho” Carcamo en la animación, y a Tati Penna cantando en la reunión del Grupo Abril histórico, que estuvo casi tan emocionante como la canción de Luis Lebert, que todo el público terminó coreando (me incluyo) “En mi ciudad murió un día…”, canción que me llega desde la edad en que jugaba al lego, quería ser arquitecta y hacer una ciudad amable. Claro que en la espera del cóctel tuve que contestar una 5 veces que trabajaba en Alerce, mítico sello en el cual me desempeño pero gracias al cual ya tengo ganas de tirar todos los discos de Schwenke y Nilo por la cabeza de las gentes de mi ciudad.

CONVIVENCE EXPERIENCE
Definitivamente me cambié de comunidad para llegar a una más loca. Desde el día en que los vecinos expresan su malestar por un cuadro de Diana, que tuvo que dejar a la vsita de todos debido a que las dimensiones de la obra no permitían subirlo hasta el departamento. Con permiso del administrador, dejó el cuadro en el hall de acceso mientras buscaba otro lugar donde exponer esta obra que tiene por protagonista al Divino Anticristo. El libro de quejas de repente se hizo testimonio envidiable para cualquier artista que espera la conmoción o reacción del público. Que como es posible que un cuadro retrate la pobreza, que el vagabundo que allí sale es hediondo, que la obra en sí es horrible, etc. Nada de esto sería tema si no es porque en pleno día la obra fue tajeada, dejando a mi amiga con la rabia y la pena de ver su obra que había sido expuesta hace poco en el Mavi y ahora es blanco de un anticristo que habita en un edificio de la calle Pedro de Valdivia. Ojo The Clinic u otros medios, aquí hay un buen reportaje. Ah, y supe que APLAPLAC está en mi vecindario. O sea, asado asegurado.

DOCTOR VIDAL Y LOS VISITADORES

Vidal dejó París para irse a Barcelona, y por esta decisión tuvo que volver a Chile a puros trámites. Como gran amigo no pudo haber llegado en mejor momento, pues se inicia un ciclo lleno de reuniones y reencuentros en este tiempo de cambios tan drásticos: fiestas de reggaeton en la casa del grunge, un amigo bastante ausente y ahora vegetariano conversando con el especialista en carnes e historias, y el retorno del viejo y conocido lenguaje del humor vidaliano, han llenado el ocio en horas de movimiento. Así que la medicina ha sido efectiva, a pesar de que la salud no esté de mi lado.

Y con esto finaliza el paréntesis. Ahora debe comenzar algo más emocionante.