Resumen noticioso del acontecer nacional y personal
¿Donde comienza esta historia? ¿En el recital del Inti que me dejó afónica de tanto cantar? ¿En los cumpleaños de la mitad de mis amigos y familiares? ¿o en la poderosa revolución escolar que se ha organizado en forma de tomas múltiples? En realidad todo tiene que ver con una sola semana. Una semana en que nuevamente me resfrío, pero esta vez con una afonía que me duró 7 días. Ahora saco la voz.
Quizá por haber ido al concierto de los Inti cuando el frío ya se deja sentir es que se explica que yo haya caído en uno de mis habituales resfríos. Y por mi escasa costumbre a la medicación, mis padecimientos son algo escandalosos. Pierdo la voz, me sueno sin parar hasta que me queda la nariz roja, luego viene la tos, y cuando parece que ya todo acabará, un simple carrete al calor de la parrilla, me hace perder la fe en una pronta mejoría.
Me cuido pero no tanto. Después de mucho tiempo, por fin voy al Playback, donde mi amiga Javi lleva trabajando más de 4 años. Pero la razón es un festival de la canción en el cual participan la Pili y el Pablo. El lugar no me gustó en su concepto de happy hour del adulto joven ejecutivo. Aquí, la parte gringa de Chile tiene su mejor representación. Tuve la tentación de rendirle un homenaje a Phoebe y subirme a cantar gangosamente “Smelly cat”. De este lugar surge una conversación sobre los recientes conciertos, como el de Pedro Aznar y en mi caso el del Inti “¿Cuál Inti? ¿El mula?” Me preguntaron. Bueno, el no histórico, a lo cual saqué esforzadamente mi voz para reivindicar mi postura. Pues yo defiendo a los jóvenes prehistóricos, porque precisamente son los que nunca acabaron la historia. Como los escolares, que sin duda harán historia, y como mi hermano, quien saltó a la fama como el vocero del Manuel de Salas. Sale dando declaraciones en la tele, cumple su rol de líder político, aunque igual se escapa al cine a ver X men, que en su buen ojo crítico califica como la mejor de la saga.
Entre mis actividades de resfriada vuelvo a las labores del hogar, cosiendo las cortinas de todo el departamento. Sólo una escapadita a ver El código Da Vinci hace pasar más rápido la enfermedad. Al término de la semana intento rehacer mi vida cotidiana yendo a almorzar con mi amigo Italo. Me cuenta que está encargado del sonido en una comida de la Bachelet con Chirac. Va a tocar Akineton Retard invisiblemente, pues la idea es tener música ambiental. Qué dífcil me fue imaginar a los Akinetón haciendo música ambiental. Para la noche, la celebración del cumpleaños del Edo es el agravante para mi estado de salud porfiado. Quería irme temprano pero fui la última. Eso no me permitió asistir al cumple de la Javi al día siguiente. Total que le debo el regalo a todos.
¿Y ud? ¿qué opina de los Inti no históricos, de los festivales de la canción, de los locales agringados, de los cumpleaños feliz, de la educación, de los X Men y del Código Da Vinci, o de Akineton tocando para Chirac??? Hubiera sido más entretenido que la noticia fuera que Inti Illimani participe en un Festival de la Canción, e invite al escenario a los estudiantes a cantar su nuevo éxito: “El que no salta es Bachelet”.
Quizá por haber ido al concierto de los Inti cuando el frío ya se deja sentir es que se explica que yo haya caído en uno de mis habituales resfríos. Y por mi escasa costumbre a la medicación, mis padecimientos son algo escandalosos. Pierdo la voz, me sueno sin parar hasta que me queda la nariz roja, luego viene la tos, y cuando parece que ya todo acabará, un simple carrete al calor de la parrilla, me hace perder la fe en una pronta mejoría.
Me cuido pero no tanto. Después de mucho tiempo, por fin voy al Playback, donde mi amiga Javi lleva trabajando más de 4 años. Pero la razón es un festival de la canción en el cual participan la Pili y el Pablo. El lugar no me gustó en su concepto de happy hour del adulto joven ejecutivo. Aquí, la parte gringa de Chile tiene su mejor representación. Tuve la tentación de rendirle un homenaje a Phoebe y subirme a cantar gangosamente “Smelly cat”. De este lugar surge una conversación sobre los recientes conciertos, como el de Pedro Aznar y en mi caso el del Inti “¿Cuál Inti? ¿El mula?” Me preguntaron. Bueno, el no histórico, a lo cual saqué esforzadamente mi voz para reivindicar mi postura. Pues yo defiendo a los jóvenes prehistóricos, porque precisamente son los que nunca acabaron la historia. Como los escolares, que sin duda harán historia, y como mi hermano, quien saltó a la fama como el vocero del Manuel de Salas. Sale dando declaraciones en la tele, cumple su rol de líder político, aunque igual se escapa al cine a ver X men, que en su buen ojo crítico califica como la mejor de la saga.
Entre mis actividades de resfriada vuelvo a las labores del hogar, cosiendo las cortinas de todo el departamento. Sólo una escapadita a ver El código Da Vinci hace pasar más rápido la enfermedad. Al término de la semana intento rehacer mi vida cotidiana yendo a almorzar con mi amigo Italo. Me cuenta que está encargado del sonido en una comida de la Bachelet con Chirac. Va a tocar Akineton Retard invisiblemente, pues la idea es tener música ambiental. Qué dífcil me fue imaginar a los Akinetón haciendo música ambiental. Para la noche, la celebración del cumpleaños del Edo es el agravante para mi estado de salud porfiado. Quería irme temprano pero fui la última. Eso no me permitió asistir al cumple de la Javi al día siguiente. Total que le debo el regalo a todos.
¿Y ud? ¿qué opina de los Inti no históricos, de los festivales de la canción, de los locales agringados, de los cumpleaños feliz, de la educación, de los X Men y del Código Da Vinci, o de Akineton tocando para Chirac??? Hubiera sido más entretenido que la noticia fuera que Inti Illimani participe en un Festival de la Canción, e invite al escenario a los estudiantes a cantar su nuevo éxito: “El que no salta es Bachelet”.