Fuera de serie
A pedido del público, cuento lo último que ha pasado en la nueva vida de piso compartido.
1. Los Simpsons
Por fin tenemos algo de popularidad y la inauguración que nunca llegó se manifiesta en diversas comidas con diversos grupos de amistades. Ya van a ser dos meses, y en algo tenía que notarse los cambios. Por ejemplo, el living ya tiene su 3ª o 4ª versión, la cual parece que será la definitiva. El mundial nos obligó a adaptar la logística para la convivencia. Nuestro amigo refrigerador pierde el protagonismo, aunque igual pasa lleno de cervezas. Queremos poner un poster de los Simpsons sentados en el sofá frente a la tele, a modo de reproducción de la nueva vida que nos espera. Esto lo digo porque mi padrino me regaló recientemente una tele, pues vio la injusticia de que mis otros compañeros gozaban del bien en sus piezas. Yo en cambio, la compartiré.
2. ¿Friends o Lost?
Por lo demás todo sigue en perfecta armonía. Me da la impresión de que muchos se esperan la pataleta o el hartazgo de alguno de nosotros, pero no ocurre. El Sebastián nos compara con Friends, puesto que pasamos en la casa. Pero no estoy de acuerdo. Jaime se nos pierde un poco, así que él sería como Lost. También me gustaría decir que estamos como en una serie de humor, tipo Scrubs, pero nuestra vida ñuñoína no alcanza a tener esa dimensión caótica o dramática. Lo que sí, el Seba está de lo más comediante, pero tampoco llega a ser Seinfeld. Creo que a estas alturas no puede ocurrir nada imprevisto.
3. Bicicletas convertidas en monociclos
Para que haya algo de acción, tengo que referirme al conserje o la vecina. En esta comunidad la gente está realmente muy loca. La señora de al lado, aun desconocida, fue vista escasamente por Lucía, la polola del Jaime. Dijo que una niña golpeó su puerta y ella abrió apenas para no ser vista. Luego están los conserjes: la de la mañana es una mujer que es extremadamente apegada a las reglas. Mira en alto al administrador, que es un pastel de primera, y está ocupada de dar a conocer insistentemente sus órdenes. La última le afectó al Sebastián, quien fue víctima del robo de la rueda delantera de su bicicleta (en el mismo estacionamiento de la comunidad). Fue ahí cuando Luz María decide darle la noticia de la nueva medida de seguridad para su vehículo: lo mejor era que lo guardara dentro del departamento. Al menos son prácticos, pero lo divertido fue que agregó “Sino vamos a botar todas las bicicletas”.
4. El CSI chilensis
Luego está el conserje de la noche, que es el personaje más turbio. Cree que nos controla a todos, inventa unas historias exageradísimas, y hasta cuenta que ha sido cabrón. Nosotros le inventamos historias a él, ya que más encima hace unas semanas cada noche lo está acompañando el conserje de la tarde. Imagínense el turno doble... da para más teorías que LOST. Además descubrimos que era él quien nos ha cortado el cable las dos veces. Así que Seba ya no lo tiene de amigo y lo encara diciéndole que si tiene algún problema, que mejor hable con nuestro abogado (que es el Jaime). Nuestros problemas con VTR los resolvemos nosotros. Mejor preocúpense de cuidar las bicicletas los barsas.
Y esa es nuestra realidad, fuera de cualquier serie. Quizá algún día veamos una basada en nosotros, cuando los conserjes nos dejen tranquilos frente a la tele con el cable.
1. Los Simpsons
Por fin tenemos algo de popularidad y la inauguración que nunca llegó se manifiesta en diversas comidas con diversos grupos de amistades. Ya van a ser dos meses, y en algo tenía que notarse los cambios. Por ejemplo, el living ya tiene su 3ª o 4ª versión, la cual parece que será la definitiva. El mundial nos obligó a adaptar la logística para la convivencia. Nuestro amigo refrigerador pierde el protagonismo, aunque igual pasa lleno de cervezas. Queremos poner un poster de los Simpsons sentados en el sofá frente a la tele, a modo de reproducción de la nueva vida que nos espera. Esto lo digo porque mi padrino me regaló recientemente una tele, pues vio la injusticia de que mis otros compañeros gozaban del bien en sus piezas. Yo en cambio, la compartiré.
2. ¿Friends o Lost?
Por lo demás todo sigue en perfecta armonía. Me da la impresión de que muchos se esperan la pataleta o el hartazgo de alguno de nosotros, pero no ocurre. El Sebastián nos compara con Friends, puesto que pasamos en la casa. Pero no estoy de acuerdo. Jaime se nos pierde un poco, así que él sería como Lost. También me gustaría decir que estamos como en una serie de humor, tipo Scrubs, pero nuestra vida ñuñoína no alcanza a tener esa dimensión caótica o dramática. Lo que sí, el Seba está de lo más comediante, pero tampoco llega a ser Seinfeld. Creo que a estas alturas no puede ocurrir nada imprevisto.
3. Bicicletas convertidas en monociclos
Para que haya algo de acción, tengo que referirme al conserje o la vecina. En esta comunidad la gente está realmente muy loca. La señora de al lado, aun desconocida, fue vista escasamente por Lucía, la polola del Jaime. Dijo que una niña golpeó su puerta y ella abrió apenas para no ser vista. Luego están los conserjes: la de la mañana es una mujer que es extremadamente apegada a las reglas. Mira en alto al administrador, que es un pastel de primera, y está ocupada de dar a conocer insistentemente sus órdenes. La última le afectó al Sebastián, quien fue víctima del robo de la rueda delantera de su bicicleta (en el mismo estacionamiento de la comunidad). Fue ahí cuando Luz María decide darle la noticia de la nueva medida de seguridad para su vehículo: lo mejor era que lo guardara dentro del departamento. Al menos son prácticos, pero lo divertido fue que agregó “Sino vamos a botar todas las bicicletas”.
4. El CSI chilensis
Luego está el conserje de la noche, que es el personaje más turbio. Cree que nos controla a todos, inventa unas historias exageradísimas, y hasta cuenta que ha sido cabrón. Nosotros le inventamos historias a él, ya que más encima hace unas semanas cada noche lo está acompañando el conserje de la tarde. Imagínense el turno doble... da para más teorías que LOST. Además descubrimos que era él quien nos ha cortado el cable las dos veces. Así que Seba ya no lo tiene de amigo y lo encara diciéndole que si tiene algún problema, que mejor hable con nuestro abogado (que es el Jaime). Nuestros problemas con VTR los resolvemos nosotros. Mejor preocúpense de cuidar las bicicletas los barsas.
Y esa es nuestra realidad, fuera de cualquier serie. Quizá algún día veamos una basada en nosotros, cuando los conserjes nos dejen tranquilos frente a la tele con el cable.